Un monstruo, una anfisbena en nuestro jardín político, tal como lo describe con gran lucidez Leyre Iglesias.
"Los voxeros son sobre todo nacionalistas y populistas. Mucho. Tanto que, aunque en algunos casos puedan tener razón, resulta difícil dársela. Leer a algunos de sus representantes en las redes sociales es un medio infalible para obtener ración doble de odio. En esto del odio y de agitar las pasiones Vox y Podemos funcionan como un solo hombre con dos cabezas. Ambos señalan al enemigo -al periodista, al okupa o al propietario de un piso- y ambos alientan, o como mínimo miran con simpatía, los escraches y el acoso al rival. Que son antidemocráticos siempre. Lo fue el que sufrió Soraya Sáenz de Santamaría y lo es el que, de forma probada al menos en su domicilio, padecen los Iglesias-Montero".