O cómo el largo adiós de Messi puede influir en los últimos coletazos del independentismo irredento ante unas elecciones en que Cataluña y el Barça han de decidir qué caminos de perdición seguir...
"El independentismo debía preparar el asalto al Barça. Una estrategia que ahora, tras el burofax de Messi, se encuentra en una encrucijada. Por un lado quiere utilizar la presente crisis del club para rendir cuentas con «el tibio» Bartomeu y tomar el control de la presidencia. Una de sus grandes aspiraciones estratégicas después de que en los últimos años el separatismo, en su estrategia de impregnar todos los ámbitos de la sociedad catalana, ha ido colocando en la dirección de importantes entidades sociales y culturales, medios de comunicación, sindicatos y asociaciones empresariales a dirigentes de su confianza..."